Tratamientos
Especializados

Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA):

La fisioterapia en pacientes con ELA se centra en maximizar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida. Las intervenciones pueden incluir ejercicios para mantener la movilidad y fuerza muscular, técnicas de conservación de energía y estrategias para manejar síntomas como la rigidez y la espasticidad.

Especialistas en Parkinson:

La fisioterapia para personas con enfermedad de Parkinson se dirige a las dificultades específicas de movimiento asociadas a esta condición, como la rigidez, el temblor y la inestabilidad. Los tratamientos pueden incluir ejercicios para mejorar la marcha y el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza muscular, así como estrategias para manejar la lentitud de movimientos.

Esclerosis Múltiple (EM):

La fisioterapia para la EM apunta a manejar síntomas como fatiga, debilidad, desequilibrio y espasticidad. El tratamiento puede incluir programas de ejercicio personalizados, entrenamiento en el uso de ayudas para la movilidad, y técnicas para mejorar la coordinación y el equilibrio.

Drenaje Linfático:

Este tipo de fisioterapia se utiliza para estimular el flujo del líquido linfático y reducir el edema o hinchazón, especialmente en casos de linfedema. Se realiza a través de masajes suaves y rítmicos que siguen el trayecto del sistema linfático.

Postoperatorio:

La rehabilitación postoperatoria incluye una serie de técnicas fisioterapéuticas diseñadas para recuperar la movilidad, la fuerza y la función después de una cirugía. Los tratamientos se adaptan al tipo de intervención quirúrgica y las necesidades específicas del paciente.

Kinesiotaping:

El uso de cintas elásticas terapéuticas (kinesiotape) ayuda a soportar y estabilizar músculos y articulaciones sin restringir el rango completo de movimiento. También puede servir para reducir la inflamación y el dolor.

Punción Seca:

Esta técnica involucra la inserción de agujas finas en áreas de músculo tenso o puntos gatillo para aliviar el dolor y mejorar la función muscular.

Shiatsu:

Aunque más comúnmente asociado con la práctica del masaje, el shiatsu incorpora principios de la fisioterapia al aplicar presión en puntos específicos del cuerpo para mejorar la circulación, reducir la tensión muscular y promover la relajación y el bienestar general..